Si tienes un salón pequeño que se ha ido llenando con el tiempo hasta dejar de ser un espacio cómodo… hoy dedicamos nuestro blog a recoger algunos consejos prácticos para sacarle todo el partido posible!
Salón pequeño
Un salón pequeño tiene ventajas e inconvenientes. Por un lado da una mayor sensación de recogimiento, de confort, es sencillo distribuirlo… bueno, y lleva menos tiempo limpiarlo! Por el contrario en un salón excesivamente grande cuesta centrarse en lo esencial y es fácil percibirlo como un espacio frío.
El problema de los salones pequeños aparece cuando son… claro, demasiado pequeños. Dicho de otra forma, no nos cabe todo lo que necesitamos. Vamos a ver cómo podemos optimizar los metros cuadrados y conseguir estar a gusto en nuestro pequeño salón.
Menos es más…
En estos casos el minimalismo es el mejor aliado del salón… lo primero cuando tenemos un espacio pequeño es eliminar todo lo que no sea esencial, mejor menos cosas y estar a gusto con ellas que intentar colocar cinco lámparas y no llegar a los interruptores! Los muebles deberán ser multifuncionales y disponer de todo el espacio posible de almacenamiento, porque aunque menos es más… no es menos cierto que algo es algo!
Hay que ser realistas
En un salón pequeño no podremos encajar ese sillón de tres cuerpos con chaise longue que hemos visto en la tienda… básicamente porque en la tienda sobran metros y en nuestro salón faltan. El problema muchas veces no es que no quepan las cosas, si no que las cosas (sillones, mesas, sillas, lámparas, etc) necesitan respirar, espacio alrededor para que nosotros podamos disfrutar de ellas. En resumen, hay que ser conscientes del tamaño del salón y si tenemos demasiados muebles puede incluso ser el momento de deshacerse de alguno!
El sofá, la clave
Un salón pequeño es limitado, así que lo mejor será apostar por un único sillón, normalmente alargado, que combinado con una mesa auxiliar con ruedas o incluso con unas mesas nido nos de flexibilidad suficiente. En cualquier caso será imposible meter 20 amigos así que lo que trataremos de conseguir es que los que entren estén cómodos!
Tecnologías integradas
En los últimos años se han asentado tecnologías fantásticas como el sonido envolvente o las televisiones de cientos de pulgadas, pero en nuestro caso vamos a centrarnos en otra vertiente de la tecnología… la integración. Si somos apasionados de la música siempre podremos colocar unos buenos monitores en baldas o peanas, pero en general intentaremos tener el menor número de aparatos y cables. La televisión podemos colgarla en la pared como haríamos con un cuadro, y si no nos satisface su calidad de sonido una barra puede ser una buena opción. Igualmente podemos apostar por un sistema wifi para transmitir contenidos o en su defecto un pequeño mini PC que además sustituya la videoconsola. Existen muchas opciones, las veremos en otro artículo…
Color e iluminación
Hemos dejado para el final lo más importante… el color y la iluminación. En primer lugar vamos con el color de las paredes, que nosotros recomendamos neutras y claras para no sobrecargar ni reducir la sensación visual del espacio. Huiremos por tanto de colores vivos y oscuros, aunque en una única pared puede dar un toque interesante.
La iluminación deberá ser abundante ya que un espacio pequeño bien iluminado siempre nos dará mayor sensación de amplitud. Lo ideal sería combinar una iluminación principal generosa y una secundaria puntual y cálida. Las lámparas… mejor que no cuelguen, quizá halógenos o un buen plafón. Por supuesto, si nuestro salón tiene una buena iluminación natural la potenciaremos evitando tapar las ventanas con el sofá, por ejemplo.
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